Estos días andaba meditando sobre cómo está el sagrado masculino en nosotras…
Hablamos mucho de la restauración de la luz femenina, nutricia, intuitiva, sensible, delicada..
De hecho, es el resurgimiento del quinto elemento, el éter, la Diosa que despierta del letargo de siglos ninguneada, vilipendiada, mancillada… mas no solo en las féminas, sino también en cada hombre, portador de su propia luz o energía femenina…
Mas ahora, quisiera detenerme unas reflexiones, acerca de cómo está nuestra energía masculina…
Pues siento que está pasada de roska… O se ha quedado corta o se ha pasado de vueltas.
También precisamos de una reconciliación con ella, nuestro reconocimiento.
Hasta ahora, nos hemos tenido que «masculinizar», en muchas ocasiones, para que se escucharan nuestras voces… y hablo de lo que representa esta energía, no de género.
Es de acción, de voluntad, de iniciar, de emprender, de construir, de salir, de expansión, de manifestación, de pragmatismo, raciocinio, disciplina, constancia, resolutiva, etc…
Hasta aquí todo ok… Veamos ahora más profundamente…
Esta energía, en desequilibrio y en exceso, puede ser agresiva, dominante, ofensiva, belicosa, prepotente, avasalladora, invasiva… es decir, que tiende a invadir a los demás, o justo lo contrario, en defecto. Entonces se deja invadir, pues es inconclusa, dubitativa, huidiza, vacilante, ambigua, insegura, inferior… que tiende a dejarse invadir…
Esto de observa, muy a menudo, en las cartas numerológicas evolutivas que hago... La clave es lograr una energía masculina saludable en nosotras, junto con la femenina.
Cuando el masculino lo tenemos «tocado»… La culpa campa a sus anchas en estas lindes… pues viene de un sentimiento inconsciente de que o me aproveché de la buena fe de los demás, o “los demás” se aprovecharon de mí.
Y ojo, a veces puede ser muy sutil, no tiene que ser muy evidente…
- Cada vez que decimos a alguien lo que tiene que hacer, cuando no nos han preguntado…
- Cada vez que juzgamos el camino del otro…
- Cada vez que no ponemos límites…
- Cada vez que no me respeto, y digo “sí” cuando en verdad quería decir “no”.
- Cada vez que permito que los demás pongan en mi, responsabilidades que no me corresponden…
Al final me puedo sentir culpable porque mi “yo” depende de los resultados alcanzados para los demás…
La Luz femenina nos pide no hacer, nos pide permitir que cada quien siga su proceso… y por ello, nuestra masculina debe guardar silencio.
Es mi guardián protector, de mí misma sobre mi misma, es la fe y confianza en la vida, es la manifestación del mundo de las ideas, es la acción en el mundo… sin perder la calidez, y sonrisa de la eterna dama que representamos.
Y sé que nos cuesta muuuuchoooo…
Quedarnos quietas, sin decir, sin hacer, sin avasallar, sin invadir territorio o dejarnos invadir… hasta que sea con precisión cirujana lo que tengamos que decir o hacer…
Cuando me habito de verdad, atiendo mi cotidianidad y mi cuerpo.
Voy dentro y observo que me dice, que expresa…
Mi cuerpo me habla donde me siento segura y donde no. ¿Le hago caso?
Todas estás reflexiones son fruto de mi propia experiencia… pues por mucho que leamos, es preciso experimentarlo…
Hacernos las imprescindibles, nos hace dar desde la carencia, desde mendigar amor… el amor que yo no me doy…
Por ello es regresar a mí, serme fiel y leal, escucharme, pendulear menos en la emotividad, pensamientos integradores, y cuerpo atendido, y desde ahí, ir puliendo las maestrías humanas.
Así, la Divinidad que somos y que habita este cuerpo, vehículo de manifestación… se puede anclar más y más en este plano, ascendiendo juntas como sola entidad auto existencial.
Soy un Ser espiritual viviendo esta experiencia humana.
A veces, nos vamos a los mundos de yupi…
Que si el salto cuántico, que si las naves, que si la Confederación galáctica de mundos libres, que si comandante… etc.… y Sí, todo esto es real... mas cuidado, porque puede evadirme de lo que debo conciliar en mí, en mi cotidianidad…
Nadie va a venir de fuera a salvarnos, somos el equipo de tierra, y lo haremos desde dentro del holograma.
El arte de Vivir es en el día a día… No podemos pasar por alto el cuerpo emocional, ni el mental… Hacer de nuestra Vida un Arte…
De Gozar, de darnos el permiso de Gozarnos.
El goce es el sonido de la gratitud. Gózate, de ti, a full… de tu risa, de tu piel, de tus ideas, del camino recorrido, de tu piel, de lo que cocinas, de lo que te bailas, de lo que compartes, de lo que te cantas y suspiras… DE TI, DE TI, DE TI…
Amadas… nuestros hombres andan en momentos desorientados, pues están regresando a su sentir, a su vulnerabilidad, anestesiada demasiado tiempo… y nosotras… desde nuestro femenino empoderado, en reunificación con nuestro masculino que guarda silencio y respeta el proceso de cada quien.
No dar si no somos solicitadas. Inspiramos con el ejemplo, y quien quiera nuestro sentir o cooperación nos la pedirá… y entonces… ¿Tengo suficiente? ¿hay feedback?
Desde ahí, me abro a dar… Es cuestión de resonancia… A veces es complicado explicarlo con las palabras…
Todo esto lo vemos en la carta numerológica evolutiva y muchísimo más.
Una herramienta que nos coopera enormemente a traer al consciente lo que se nos repite una y otra vez…
A entender de dónde vienen votos, promesas, contratos álmicos…
Si lo veo y lo siento, lo puedo liberar… Regresamos no acordándonos de quienes somos en verdad, aunque dejamos miguitas de pan, como pistas… jajaja… y la numerología es el GPS decodificado que trajimos para trascender el programa ego luciferino…
Al servicio, soy. Si te ha resonado, si has sentido el llamado a bucear en tu inconsciente… Contáctame… Este mes es especial y espacial… jajajaja… Estoy de promo…
Así lo sentí desde mi corazón. Este mes cruzamos el puente a la Soberanía del Ser. Ciao programa ego… miedo, carencia, ignorancia… Hello Plenitud, Goce, Alegría y Opulencia…
K la paz sea en tu Corazón…
