Wow… Casi nada… Arrancarse de cuajo lo que dejó de ser, y por no tener la VALENTÍA de reconocer que la historia de acabó, nos alcanza como un tsunami, tipo súper puñetazo en el estómago, puñalada en el corazón…
Ayer me contactó una amiga, destrozada por el duelo en el que está inmersa desde hace un mes… Tan consciente, fue desgranando cómo había sido… Lo único en lo que insistí fue:
Mira tu TRASCENDENCIA en esto, una vez que el drama de lo sucedido sea expresado, comprendido, acogido y liberado…
Los conocí una tarde paseando por una playa remota en Fuerteventura. Casi chocamos. Empezamos a charlar.
Y fue tan resonante la conexión que quedamos otro día los tres, para irnos de excursión. Después, ella se volvió a London y él, a Barcelona, pues llevaban una relación a distancia de 4 años…
Estaban ya a punto de dar el salto a convivir juntos…
Habían hablando de ese proyecto en conjunto. Cuando de repente, él lo quiso dejar. Sin explicaciones, sin sentimientos…
- La forma… ufff… Inmadurez emocional, incapaz de expresar lo que siente…
- Para ella, gran oportunidad de restaurarse y hacer las paces consigo, por darse demasiado, sin contar con lo que sentía…
- Para él, imagina qué dolor que la parte femenina siga anestesiada, atrapado en la rigidez de la armadura…
Procesos de duelo, que duelen de narices, por no decir otra cosa…
Son MUERTES alquímicas. Y que muchas veces, por no pasar por esa muerte, seguimos en el bucle de… «a lo mejor cambia… a lo mejor esto mejora, a lo mejor…»
Y así, se pasa la vida y sigo aferrada a esta estúpida relación… y digo estúpida por ser una misma, una gilipollas integral…
En ese mendigar Amor, como una yonqui emocional. Ese Amor que yo no me doy a mi misma… Y así continuo sin agarrar las riendas de mi vida y sin responsabilizarme de ella…
Imaginaros el sopapón que nos da la vida para que espabilemos… y lo digo con conocimiento de causa, pues estoy en mi quinto mes de duelo.
Además, no tenemos el derecho de exigir que la otra persona sea como yo quiero que sea para que encaje en mi molde.
Duele soltar el apego a los maravillosos momentos compartidos en complicidad, en realidad, en gratitud por lo que fue.
Duele al ego, pues el alma se regocija porque sabe que era hora de partir a otros rumbos y estaba siendo demorado en una especie de limbo, o purgatorio, en el que, al no amarme, seguía esperando las migajas de esos pequeños momentos…
No era un aportar, sino un apartarme de mí, cada vez que cedía a lo innegociable, cada vez que me vendía por unas migajas… y mi cuerpo iba almacenando esas memorias de contracción en la inseguridad que sentía, mientras yo no me escuchaba.
¡¡¡Cómo le gusta al ego el drama!!! La adicción al cuerpo del dolor, como decía Tolle.
El duelo es por todas las expectativas que me permití fantasear… por lo que iba a ser y ya no va a ser…
Wow… ¡¡¡¡ Imagínate que pedazo de regalo!!! El regreso a la Plenitud del Ser que soy…
Duele al ego admitir un «fracaso»…. Cuando, en Verdad, es la semilla de la oportunidad de sentir la Humildad del fluir con la Vida…
Duele aceptar que lo que es, es, y lo que no, no…. Dejando de insistir en arreglar un barco que se hunde…
Pues joder!!! Permite que se hunda y honra el aprendizaje, la lección integrada que se esconde en ello.
Nos vamos encontrando con seres, con los que compartimos tramitos del camino… y cuando llega el tiempo en que las hojas se caen, no sigas aferrada a pegarlas al árbol.
Honestidad y transparencia con una misma. El Amor es presencia a cada instante… y eso nunca desaparece…
Al final del duelo, uno llega a la reconciliación con la realidad que es, es decir, a la ACEPTACION, que otorga un PAZ sublime… y te acuerdas de ese ser con Gratitud por haber compartido.
No digo que sea fácil, pues en las relaciones de pareja se establece un entrelazamiento cuántico, y lleva su tiempo y espacio que ese vínculo vaya aflojando tridimensionalmente, pues en 5D no desaparece…
Es lo que llamamos… AMOR EN LIBERTAD… y pasa también por el PERDÖN a una misma, por la veces que me mentí, engañé, abandoné…
No vale echar balones fuera y culpar a mi ex pareja…
Eso es demasiado fácil, y aunque se da en las primeras etapas del duelo, y es totalmente liberador, pues es permitir que las emociones sean expresadas, en el fondo, nadie me hace nada que yo no permito, al ceder mi Poder interior…
Eso sí que duele… Es la restauración de la confianza, la paz y el respeto de una misma hacia una misma.
Va a doler, es la muerte de lo viejo y caduco… El sufrimiento ya es enganche al drama, victimismo y cesión del poder interior.
Para renacer hay que morir… Sin muerte no hay resurrección…
Los duelos son procesos muy sagrados de transmutación y trascendencia…
Así que, ¿quién dijo miedo? Jajajaja… Es la batalla interior que da inicio a una versión más plena, consciente, auténtica de una misma…
Y vamos juntas, pues el entramado de corazones resonantes, es la real fortuna de lo intangible que nos coopera en ese sostén…
Ah! Y otra cosita… Soltar llega solo… es la consecuencia natural del regreso de cada quien a su corazón…
Tan de moda ahora el “desapégate y suelta”, no sirve mientras se quede a nivel mental.
La suelta no se fuerza, es como os decía unas líneas atrás, la hoja en otoño se suelta del árbol cuando es el momento, ni antes ni después…
Va por ti, GEMA, y por todas las hermanas que se atreven… a reconciliarse con una misma, a mandar a la txingada, desde el agradecimiento, lo que ya no sirve, a poner límites internos y externos que me cuiden y protejan.
Y si en algún momento te sientes bloqueada o precisas confirmación, no dudes en contactarme.
A través del estudio de la carta numerológica evolutiva podemos ir desgranando tu hoja de ruta en esta dimensión para poder volver a habitar tu corazón.
Solo para quienes lean hasta aquí, súper promo descuento en la carta, pues soy consciente de que en este mes, te mereces esta divina herramienta…
Tus números aguardan para revelarte lo que precisas en estos momentos de quema de barcos.
Al servicio soy, Divina Sol Ra, Mujer Colibrí 441
